jueves, 30 de enero de 2014

Elecciones en El Salvador



QUIEN DICE QUE EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI ES CONTRARIO A LA DEMOCRACIA.?

Jorge A. Morales

Los ideólogos y propagandistas del partido arena, han venido propalando que en las elecciones del próximo domingo en El Salvador, se definirá entre mantener el estado de derecho y la democracia (!?) en el país, o ingresar al socialismo del siglo XXI, cuyos exponentes son Venezuela y Nicaragua, aunque dejan por fuera a Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Uruguay y ahora Chile, que recién eligió a Michelle Bachelet.

Con el propósito de aclarar y enriquecer el conocimiento acerca del significado de las doctrinas o sistemas enunciados, consultamos los puntos de vista de conocidos analistas y estudiosos de las Ciencias Sociales.

Frei Betto, fraile dominico brasileño, reconocido investigador y teólogo de la liberación, dice:
 “La cuestión del poder es el corazón de la democracia.  Ésta significa, etimológicamente: gobierno del pueblo para el pueblo.  Sin embargo todavía permanece en la mayoría de países, en un estado meramente representativo. Para volverse participativa, la democracia deberá ser expresión del fortalecimiento de los movimientos populares. Un poder -el del Estado o de la clase dominante- sólo admite límites y evita abusos en la medida en que se enfrenta a otro poder: el del pueblo organizado. Ésta es la condición para que la democracia asiente la libertad individual y los derechos humanos en la justicia social y en la equidad económica.  Es falsa la democracia que concede a todos libertad virtual y excluye a la mayoría de los bienes económicos esenciales, como el acceso a la salud, a la alimentación, a la educación, a la vivienda, al trabajo, a la cultura y al ocio.” 

Heinz Dieterich en su libro: Hugo Chávez y el Socialismo del siglo XXI, expresa: “El modelo de Estado del socialismo del siglo XXI es un socialismo revolucionario que bebe directamente de la filosofía y la economía marxista y que se sustenta en cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y protagónica y las organizaciones de base. Heinz Dieterich profundiza la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy, incorpora los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, devela sus limitaciones y entrega propuestas concretas tanto en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación.
El socialismo del siglo XXI supone que es necesario el reforzamiento radical del poder estatal, democráticamente controlado por la sociedad, para avanzar hacia el desarrollo.”

En el transcurso de la historia el concepto de Democracia ha sido objeto de innumerables interpretaciones y manipulaciones, tanto así que en el marco de la “guerra fría” se llegó a plantear la existencia de una democracia liberal o capitalista y otra socialista o “comunista” (burguesa y proletaria), aun cuando las características y contenido de tales regímenes o sistemas de gobierno son diametralmente opuestos, al grado que enfrentaron al mundo durante casi medio siglo -teóricamente hasta la caida del Muro de Berlin- pero algunos sectores conservadores, concretamente de derecha, se empeñan en perpetuar para mantener a la humanidad dividida y el rio revuelto para su propio beneficio.

La democracia no consiste solamente en ser convocados cada tanto a emitir el voto.
Es una forma de vida basada en el ejercicio de un conjunto de valores compartidos por la sociedad, cuya base es la familia y en donde prevalecen como elementos fundamentales el carácter participativo e igualitario de todos y cada uno de sus miembros, bajo el principio inalienable de que el único soberano es el pueblo y por lo tanto, es éste quien debe elegir con inteligencia a las personas idóneas para dirigir sus destinos.


En todo caso, el socialismo -con o sin apellido- no tiene nada que envidiarle a la democracia.

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