QUIEN DICE QUE EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI ES CONTRARIO A LA DEMOCRACIA.?
Jorge A. Morales
Los ideólogos y propagandistas del partido arena, han
venido propalando que en las elecciones del próximo domingo en El Salvador, se
definirá entre mantener el estado de derecho y la democracia (!?) en el país, o
ingresar al socialismo del siglo XXI, cuyos exponentes son Venezuela y
Nicaragua, aunque dejan por fuera a Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Uruguay
y ahora Chile, que recién eligió a Michelle Bachelet.
Con el propósito de aclarar y enriquecer el conocimiento
acerca del significado de las doctrinas o sistemas enunciados, consultamos los
puntos de vista de conocidos analistas y estudiosos de las Ciencias Sociales.
Frei Betto, fraile dominico
brasileño, reconocido investigador y teólogo de la liberación, dice:
“La cuestión del poder es el corazón de la democracia.
Ésta significa, etimológicamente: gobierno
del pueblo para el pueblo. Sin embargo todavía permanece en la
mayoría de países, en un estado meramente representativo. Para volverse
participativa, la democracia deberá ser expresión del fortalecimiento de los
movimientos populares. Un poder -el del Estado o de la clase dominante-
sólo admite límites y evita abusos en la medida en que se enfrenta a otro
poder: el del pueblo organizado. Ésta es la condición para que la
democracia asiente la libertad individual y los derechos humanos en la justicia
social y en la equidad económica. Es falsa la democracia que concede a
todos libertad virtual y excluye a la mayoría de los bienes económicos
esenciales, como el acceso a la salud, a la alimentación, a la educación, a la
vivienda, al trabajo, a la cultura y al ocio.”
Heinz Dieterich en su libro: Hugo
Chávez y el Socialismo del siglo XXI, expresa: “El modelo de Estado del
socialismo del siglo XXI es un socialismo revolucionario que bebe directamente
de la filosofía y la economía marxista y que se sustenta en cuatro ejes: el
desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia
participativa y protagónica y las organizaciones de base. Heinz Dieterich profundiza
la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy, incorpora los avances del
conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, devela sus
limitaciones y entrega propuestas concretas tanto en la economía política como
en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad
libre de explotación.
El socialismo del siglo XXI
supone que es necesario el reforzamiento radical del poder estatal,
democráticamente controlado por la sociedad, para avanzar hacia el desarrollo.”
En el transcurso de la historia el concepto de
Democracia ha sido objeto de innumerables interpretaciones y manipulaciones,
tanto así que en el marco de la “guerra fría” se llegó a plantear la existencia
de una democracia liberal o capitalista y otra socialista o “comunista”
(burguesa y proletaria), aun cuando las características y contenido de tales
regímenes o sistemas de gobierno son diametralmente opuestos, al grado que
enfrentaron al mundo durante casi medio siglo -teóricamente hasta la caida del
Muro de Berlin- pero algunos sectores conservadores, concretamente de derecha, se
empeñan en perpetuar para mantener a la humanidad dividida y el rio revuelto
para su propio beneficio.
La democracia no consiste solamente en ser convocados cada tanto a
emitir el voto.
Es una forma de vida basada en el ejercicio de un
conjunto de valores compartidos por la sociedad, cuya base es la familia y en
donde prevalecen como elementos fundamentales el carácter participativo e
igualitario de todos y cada uno de sus miembros, bajo el principio inalienable
de que el único soberano es el pueblo y por lo tanto, es éste quien debe elegir
con inteligencia a las personas idóneas para dirigir sus destinos.
En todo caso, el socialismo -con o sin apellido- no
tiene nada que envidiarle a la democracia.
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